Acompañamiento

acompanamiento1Existe evidencia científica que data de varias décadas respecto a los efectos favorables significativos que genera la compañía de la mujer en el parto.

Es un medio que no requiere de uso de medicamentos y está al alcance de cualquier equipo de salud.

Sus efectos más importantes son:

  • disminuye la necesidad de uso de analgésicos,
  • disminuyen los problemas en el trabajo de parto,
  • un gran efecto en evitar los trabajos de partos prolongados,
  • disminuyen los partos operatorios,
  • disminuye la necesidad de episiotomía,
  • controlada la lactancia a los seis meses es mejor y
  • disminuyen las depresiones maternas severas controladas a las seis semanas.
  • Se controló el riesgo de sepsis en recién nacidos y no aumenta esta infección.

Elementos principales.

La persona que acompaña debe estar presente en forma permanente desde el trabajo de parto.

Las características del acompañamiento están dadas por las características personales de cada madre y por la fisiología del parto.

Por lo tanto la persona que acompaña debe apoyar sin dirigir, debe estar presente evitando interrumpir porque la que “sabe” de este proceso es la parturienta, siempre alentando, prefiriendo siempre el silencio porque la mujer posee todas las capacidades para parir, la mujer puede.

El proceso del parto requiere la interminable paciencia, nunca desconfiar de la capacidad de la mujer, quien es la mejor para este parto, es la única entre todas para este hijo que nace, no hay, no habrá otra.

Nunca debe el acompañante desconfiar o debilitar la capacidad de la mujer, ella es la mejor.

¿Quién debe acompañar a la parturienta?

Pensamos que esta decisión le corresponde a la gestante.

Hay discusión si el padre debe acompañar. Hay varones que tienen la paciencia y la ternura necesaria y acompañan admirablemente bien, sin embargo otros no, como el trabajo de parto suele durar varias horas, algunos comienzan con una labor “periodística” informando con el celular a parientes, amigos y conocidos sobre la evolución y los sucesos del parto, otras veces encuentran el televisor y se instalan a mirar sus programas de televisión por cable, abandonando a su suerte a su pareja, algunos se vuelven espectadores de algo incomprensible, mirando lejanos y en silencio el proceso, otros empiezan a interactuar con el equipo de salud, solicitando acortar el periodo o sufriendo con las contracciones y pidiendo una cesárea porque su mujer “ya no puede”, en fin las alternativas son múltiples.

Algunos opinan que el parto es cosa de mujeres, sin embargo muchas mujeres que acompañan tienden a complicar el parto de la mujer y a exigir al equipo de salud tal o cual intervención, no pocas exigen desde el ingreso una cesárea para su hija o pariente para que no sufra.

Probablemente la intervención que cambie estos resultados, sea una adecuada preparación.

Existen mujeres que se preparan para acompañar a las gestantes en su parto, se denominan Doulas y sus resultados son excelentes.

CONCLUSIÓN

Existe evidencia indiscutible respecto a los beneficios de la compañía permanente de la madre en su trabajo de parto y parto, por lo tanto la parturienta debe tener la oportunidad de escoger la persona que la acompañe, idealmente con una preparación, muchas veces este rol de acompañante le corresponderá al profesional que asiste el parto y no olvidar, tiene un gran impacto en la calidad de la atención reduciendo sus costos.