Nuestra maternidad comenzó con cambios en la asistencia del parto aproximadamente el año 2003. Los equipos constaban con una matrona en cada turno. Con los nuevos cambios se incorporó una segunda matrona.
Los desafíos no han cesado. Leslie Ardura es una de las jóvenes matronas de incorporación reciente. Participó en el primer parto en agua en nuestro centro y recientemente en la asistencia de un parto en casa en Villarrica, queremos compartir su primera experiencia fuera del hospital.
Dr. Santander (rednacer): ¿Cuanto tiempo trabajas de matrona?
Leslie: 4 años y medio, pronto cumpliré cinco años aquí en este hospital, toda la vida.
Dr. Santander: Tú eres del grupo de las matronas jóvenes, ¿podríamos llamarlo así?
Leslie: pseudo, pseudo (risas).
Dr. Santander: aquí es posible vivir otro tipo de parto, por supuesto que hay partos como en otras maternidades y cesáreas, pero también hemos podido experimentar otro tipo de parto. Hace poco, te toco asistir el parto de Lúa en su domicilio. El parto en casa genera muchas controversias, queremos saber como fue tu experiencia.
Leslie: si, con gusto, lo más importante, desde la primera vez que hablamos con Lua, tuvimos mucha «química», como decimos, vale decir mucho encuentro, al hablar, fue muy agradable para mí, ella tenía mucha seguridad en si misma, pero de manera muy sencilla y sonriente, recuerdo que estaba muy conciente de su tremenda idea, porque era muy fuerte en esta idea de tener su parto en la casa y podía no resultar. Creo que esto último fue lo que mas impulsó en mí la posibilidad de acompañarla.
Después nos juntamos, nos conocimos en la consulta, posteriormente visité su casa. Conocer las condiciones donde vivía, con sus detalles, con su familia, su esposo, sus hijos, fue muy importante, pues en algún momento debería llegar, quizás rápidamente, a su domicilio, esta visita fue fundamental para adecuar la futura asistencia de su parto, tomamos «tecito», conversamos e hicimos amistad, fui con mi hija chiquitita, cuando estoy libre, trato de andar con ella para arriba y para abajo. Y bien nos fuimos conociendo cada vez mas, posteriormente le hice sus controles, la cité para hacerle monitoreos electrónicos, cerciorarme de que todo clínicamente anduviera bien.
Ella continuó sus controles ordenadamente con obstetra como correspondía, todos sus exámenes de laboratorio estaban normales, en resumen una gestación de evolución completamente normal. Con lo anterior, decidimos que el parto, si, podía ser en su casa.
Dr. Santander: ¿Y en caso que estuvieras de turno?
Bueno, cuando Lua me llamó, quedamos de acuerdo que esa situación podía presentarse, que yo podría estar de turno, esa era la parte que mas nos complicaba, ella estaba consciente de esta situación.
El hecho es que un día me llama, y me dijo que estaba comenzando con contracciones, ella creía que ya no paraban, en el fondo de mi intuición femenina capté cuan consciente estaba de su propio cuerpo, de su embarazo. Justamente estaba saliendo de mi turno de noche, fui a su domicilio, no la tacté de inmediato, cuando llegué solamente controlé los latidos, la dinámica uterina y me di cuenta que estaba comenzando su trabajo de parto, no la quise examinar hasta que presentara mas dolor, me quedé en su casa, tomé un rico desayuno. Lua continuaba con sus quehaceres de casa, cocinó para sus niños. Entremedio, dormí una siesta, porque estaba post turno, así fue, dormí una pequeña siestecita. Ella estaba en la fase inicial de trabajo de parto, controlaba los latidos cada una hora, luego empezó a hacer ejercicios, porque no lo dijimos, Lua hacia yoga, hizo bastante ejercicio en la colchoneta y paulatinamente fue presentado mas dolor, la examine, y ya estaba en la fase activa.
Dr. Santander: ¿Cuantos centímetros de dilatación tenía?
Leslie: Tenia como 7 centímetros.
Dr. Santander ¿Cómo fue la cronología del parto?
Leslie: Veamos, me llamó como a las 9:00 horas A.M.,
la examiné como a las doce horas.
Dr. Santander: Fue un parto rápido.
Leslie: Si anduvo rapidito, en ese horario lo llamé y le dije «Doctor, estamos con siete centímetros de dilatación», y usted estaba con «turno de llamada» , esperando ante cualquier eventualidad, recuerdo que estábamos muy coordinados.
Después del tacto continué con controles mas seguidos, con membranas integras, ella en todo momento muy tranquila, se veía bien, me dijo que quería tener el parto en el agua. Debió transcurrir una hora después del tacto y luego entró en la tina con agua caliente, yo estaba ahí apenas, porque estaba muy calladita, traté en todo momento de no intervenir. El marido era muy buen acompañante, preparó la tina, el agüita, todas los pequeños detalles, tenía el ambiente calentito, con una estufa de combustión lenta en el segundo piso, el lugar donde asistimos el nacimiento. Como dije, se metió a la tina y muy pronto me dijo que ya sentía que la guagüita venía, la examiné nuevamente, estaba con las membranas íntegras en primero a segundo plano con dilatación completa. Faltaba solamente que bajara la presentación, estaban sus hijos de 3 y 6 años, que revoloteaban alrededor. Luego de aproximadamente 30 minutos presentó sensación de pujos, el papá llamó a los hermanitos y nació Orel, impecable, quiero decir en excelentes condiciones, la madre lo recibió en sus brazos, en su abdomen, se quedaron ahí, en el agüita caliente, el papá iba cambiando el agua para que no se les enfriara. El bebé nació muy bien, con APGAR 9-10, el papá cortó el cordón al dejar de latir, el bebé inauguró la lactancia, que continuó sin interrupción. Luego llegó mi marido, el Dr. Neira para examinar al recién nacido y asegurar que todo estuviera bien. Una vez que el bebé dejó el pecho, hizo el examen físico de rutina, el bebé estaba impecable. Luego examiné a Lúa, presentaba escaso sangrado post parto, el alumbramiento fue espontáneo en la tina, la placenta entera, examiné sus genitales, no tenía ninguna lesión, ni fisuras, ni desgarros, los genitales absolutamente indemnes.
Dr. Santander: ¿Cómo se portó el marido?
Leslie: ¡Ah no!, super relajado, super.
Dr. Santander: ¿No se metía, no era estorbador?
Leslie: No, fue muy cooperador, en ningún momento molestó, al contrario, el me atendió muy bien, me servía tecito, si quería comer algo, si quería dormir, no sé, muy preocupado, la verdad es que fue super relajado.
Dr. Santander: ¿No te dio temor tener el parto en la casa? porque era tu primer parto en casa
Leslie: Era el primero, claro.
En algún momento dije, sí, la cosa se me puede complicar. Decidí, cualquier cosa que sienta que no está bien o que capte que en algún momento bajen los latidos, o alguna duda, nos vamos al hospital. Lua estaba enterada que la conducta, en caso de duda iba a ser así, de todas maneras, en ningún momento sentí, ni sospeché que algo no andaba bien, estaba muy relajada.
Dr. Santander: Esta es tu primera experiencia de parto en casa. ¿Cuáles serían las grandes diferencias que percibes entre un parto aquí, en el hospital y un parto en la casa?
Leslie: La tranquilidad.
No hay ruidos de carros en diferentes direcciones, ni que llega otra paciente, ni que grita la paciente de al lado.
Dr. Santander: ¿Quieres decir la intimidad, la privacidad?
Leslie: Exacto, es absolutamente distinto, por ejemplo ella podía estar, si quería, desnuda paseando por su casa y nadie la iba a ver o molestar.
Eso, básicamente la tranquilidad, además yo estaba tremendamente relajada porque no tenía que ver otra paciente. Estábamos solamente las dos, se crea otra tipo de relación. Y los niños, no molestaron en nada.
Dr. Santander: Eso me llama la atención…los niños, ¿encuentras que es bueno que vean el parto?
Leslie: En algún momento tuve dudas, sentí cierta extrañeza, bueno yo deje que ellos lo vieran, no podía estar imponiendo mis ideas.
Pero los niños se comportaron normalmente, dijeron ¡oh mira! nació el bebé, le daban besitos y estaban felices, no fue un trauma para ellos, no lo sentí de ninguna manera así, sino todo integrado, normal, recuerdo que el mas chiquitito preguntó por que el bebé tenia sangre, la mamá le explicó que había nacido recién y que estaba bien. Los niños estaban contentos, después fueron a ver una película. Los niños no se extrañaban de ver a la mamá desnuda, porque en algún momento cuando la examiné la primera vez apareció uno de los chiquititos y no hubo problemas, quiero decir una familia sin tabú, esa fue mi impresión, para los niños fue como todo en un ambiente natural.
Dr. Santander: Ella está muy contenta con su parto, dice que disfrutó su parto, lo pasó bien, en realidad, quiere tener más partos así.
Leslie: Lua tiene tres hombrecitos, ahora quiere una niñita. A ella le gusta estar embarazada.
Dr. Santander: Tu has tenido la experiencia de un parto y me imagino que sientes que es distinto, haces la diferencia de un antes y un después. ¿Cual es la diferencia?
Leslie: Si, creo que uno en cierta medida, el hecho de ser mujer, crea mayor empatía con las pacientes y cuando uno tiene un parto la empatía es el doble, yo por ejemplo, antes estaba en la unidad de pre-parto, le decía a la paciente, ya señora la voy a examinar, venga para acá y ahí me tenía que quedar esperando a que la señora caminara y se moviera y llegara hasta donde yo la iba a examinar, yo decía «pucha» la señora que se demora, por ejemplo, un detalle, pero resulta que, claro, cuesta movilizarse cuando uno esta embarazada y si está con dolor mas aún, ahora trato de tener mas paciencia con ese tipo de detalles por ejemplo. El tema del dolor también, es algo que hay que integrar, pero creo que lo que mas importa es que ellas, las madres, sientan que estamos pendientes, atentas, es importante hacerles, por ultimo cariño, personalmente no tengo experiencia en técnicas de masaje, a ellas les encanta que uno les haga masajes, la mujer gestante necesita de alguien que esté a su lado, que esté mas cerca y cuando las parejas no juegan ese rol hay un vacío o cuando están solitas con mayor razón, si, creo que eso es lo mas importante.
Dr. Santander: Y el parto en casa, porque esto es realmente bastante distinto ¿qué te aporto a ti, en forma personal?
Leslie: Creo que me demuestra una vez mas que, este tema de los nacimientos y todo el mundo del nacimiento, no tienen que ser…. yo creo que en el hospital se interviene mucho, un porcentaje alto de las pacientes que están aquí podrían tener su parto en la casa, sin la necesidad de tener su parto en el hospital, eso yo lo tenía antes como una teoría porque no lo había vivido, ahora se que puede ser realmente así.
Dr. Santander: ¿Y, el Dr. Neira, tu esposo, como vivió esta experiencia?
Leslie: En forma natural también.
Dr. Santander: Porque esto va contra los dogmas y los paradigmas oficiales.
Leslie: Exactamente, creo que la formación que tienen los médicos, especialmente los médicos, es contraria a esto, pero el no, me apoyó en todo, de inmediato, incluso me fue a dejar a la casa de Lua, al despedirse me dijo: «me avisas y si pasa algo ahí voy…» estimo que en ese aspecto fue super buen partner.
Dr. Santander: ¡Pobre de él que no sea así!
Leslie: (risas) Si, además, el en su calidad de médico general, lo examinó, se tomaron todos los exámenes según las normas, PKU, examen de audición, etc. Y se indicó control con la pediatra, quien encontró al bebé estupendo.
Los padres son muy responsables y atinados, esto se capta cuando hablas con ellos, fueron completamente responsables.
Dr. Santander: ¿Qué le dirías a tus colegas matronas después de esta experiencia?
¿Qué le dirías a las mamás? Mucha gente llama o escribe, preguntando por el parto en la casa. ¿Qué les dirías?
Leslie: Personalmente les diría, que se atrevan, que se atrevan, pero que siempre tengan la conciencia de que hasta ultimo minuto las cosas pueden cambiar, que la obstetricia es así, muy dinámica, que la vida es así, al final es así, pero lo mas importante es que ellas se conozcan, se conozcan y sepan que es lo que sienten y como lo hizo Lúa, ella sabia, conocía su cuerpo, ella me dijo «¿sabes?, creo que ahora vamos», entonces todo fue mucho mas fácil.
Dr. Santander: Bueno, además, de alguna manera estos partos son mucho más fáciles de asistir.
Leslie: Super, super fácil, si lo único que hice, fue auscultar y recibir el bebé, no hubo necesidad de maniobra alguna.
Dr. Santander: ¿Qué le dirías a tus colegas matronas, porque hay matronas de formación extraordinariamente opuesta?
Leslie: Les diría que, objetivamente es una experiencia extraordinaria, muy hermosa, que enriquece y que nos demos el tiempo, yo creo que por falta de tiempo muchas veces no lo hacemos y por el temor médico legal, de hecho conversé con una colega y me dijo: ¡No, pero que vas a hacer si la guagua nace mal!. Desde ese punto de vista, uno tiene que partir de la base que si uno intuye que algo va a salir mal, mejor no lo hagas, si estás pensando así mejor no lo hagas. Se requiere una buena selección de las madres, sin patología y determinados requisitos.
Dr. Santander: Pasando a otro tema más práctico, esto partos no lo cubren los seguros ni las Isapres. En general los honorarios en Chile van desde los 1.000 dólares.
Leslie: Personalmente creo que hay que confiar en la paciente, lo económico es la parte más incómoda para mí, por lo tanto uno tiene que conocer antes a la paciente para poder conversar de los costos.
Dr. Santander: ¿Crees posible que podamos pedir a las instituciones como Fonasa o las Isapres que cubran los partos en casa?
Leslie: No sé, no tengo información de este tema, pero habría que consultarlo, se podrá
Dr. Santander: En otros países, por ejemplo en Europa es así, el seguro te cubre todo, la gestante se le informa, le dicen mire; estas son sus alternativas A, B, C ¿usted que es lo que quiere?, el seguro cubre toda la prestación, en Alemania o en Inglaterra no te dicen lo que tienes que hacer, presentan las alternativas, estas son las ventajas y las desventajas, y se pregunta por la opción que escoge la mujer.
En muchos países del mundo, en América Latina se requiere hacer un gran camino.
Muchas gracias Leslie.